TEMPERAMENTO Y CARÁCTER
Principalmente es un perro amistoso y pacífico, el doberman suele ser muy dependiente de su familia. Aunque esto no sea una buena cualidad, puede representar un problema para familias que no pueden pasar suficiente tiempo con su mascota.
A pesar de ser un perro amistoso con los de su entorno, el doberman es un poco desconfiado con los extraños, por lo que es muy recomendable socializarlo desde cachorro. Esta desconfianza no lo convierte en un perro peligroso, pero si ayuda a que sea un buen guardián.
El perro doberman aprende rápidamente y con mucha facilidad, y no es nada complicado adiestrar este tipo de perros. De cualquier forma, siempre son más beneficiosos los procedimientos de adiestramiento en positivo que los de adiestramiento tradicional.
La capacidad de dicha raza para el adiestramiento se hace evidente cuando se consideran las distintas actividades que ha ocupado y que ocupa con éxito: perros de rastreo, perros de venteo, perros de guardia, perros de ataque, perros de búsqueda y rescate, perros de terapia, perros de schutzhund, perros de asistencia y muchas otras ocupaciones.
Cuando es adiestrado y puesto en forma como debe ser, el doberman es un perro fiable, equilibrado y digno de confianza. Su lealtad hacia las personas a la que quiere es insuperable. Además, ofrece una constante fidelidad y afecto a aquello que los quieran para sí. El que la raza sea en ciertas ocasiones, temida, y no se confíe en ella es algo bastante desalentador. Comprender al doberman es comprender su temperamento. Como perro guardián y de vigilancia, su función y su principal objetivo es el de proteger. Esta protección incluye su propiedad y la gente que tenga la dicha de compartir su vida con el perro.